LIBRO DE QUEJAS. LA PEOR CARA DE CHAJARÍ

"El odio, la envidia, la soberbia, ensucian la vida"
Papa Francisco

La ciudad de Chajarí es hermosa, es tranquila y se distingue por la calidad de su gente.  Tuve la suerte de vivir en varias ciudades y jamás he visto ni experimentado mejor gente que la que vive acá.  Son pocos los chajarienses que no están dispuestos a dar una mano a quien lo necesite.  Gente solidaria, de buen humor, trabajadora, bien dispuestos. Gente gaucha. Gente que trabaja en distintas comisiones, sin recibir más retribución que ver la institución de sus amores o su barrio crecer y ser útil.  Chajarí es una ciudad que desborda de buena energía por el lado que se la mire.  Toda la gente de afuera que viene lo reconoce.

Eso la enorme mayoría de nuestra gente.  Pero no somos marcianos y como en todos lados, existe la parte oscura.  Existe el desprecio, el odio, el resentimiento, la maldad, la mala leche, el prejuicio, la discriminación, la extorsión, la mentira, el chisme malintencionado, la envidia y la mierda.  Todo eso se concentra en un grupo de facebook.  

Si una persona de afuera quiere conocer la peor cara de Chajarí, la bajeza más extrema (por suerte  de una minoría) tiene que entrar al grupo de Facebook "Libro de quejas Ciudad de Chajarí E. Ríos", que bien podría llamarse Libro del odio Chajarí E. Ríos (Libro de malco... también cabe).  El grupo tiene unos diez mil seguidores, que en su mayoría tienen buena fe y entran para ver que publican, sin estar de acuerdo con la montaña de caca que ahí se expone diariamente, pero solo una pequeña parte, un selecto grupo de lo peorcito que nuestra ciudad tiene para mostrar (al parecer gente muy trabajadora y ocupada) son los habituales comentadores del odio.  Escriben agravios, insultos, burlas, publican y comparten infamias que confunden y contagian odio. Dañan sin posibilidad de defensa, porque cuando un atacado intenta defenderse, se borra del grupo enseguida su defensa.  Toda buena noticia es convertida en mala, toda buena intención es pervertida, la mierda real se propaga y además todo lo bueno se convierte en mierda.  

Podemos estar de acuerdo en que odio pudre, el odio enferma, el odio no construye, el odio daña, el odio nos convierte en peores seres humanos.  Si esto es cierto, sería bueno que no nos prestemos a  ese juego perverso en el que nadie gana, porque vos que estás leyendo esto, no sabés si mañana te va a tocar estar del lado del atacado, del que tiene que leer su buen nombre dañado por la peor  mugre que tiene esta bellísima ciudad.  A varios que miraban tranquilos como destruían a otros, les terminó pasando a ellos.   Vos que estas leyendo esto, seguramente serás más feliz sin oler mierda todo el día.  Esto no quiere decir que no te informes o no sea válido y necesario que se critique al gobierno. Quiere decir que por ahí le estamos haciendo el caldo gordo a extorsionadores que pidieron plata para no hacer lo que hoy están haciendo.  Quiere decir que hoy se puede ensuciar a cualquier persona en su vida íntima y pública con mentiras, sin derecho a defensa, con un odio que realmente sorprende a cualquier persona sana y de buena fe.   

Para cerrar esta pequeña reflexión que me valdrá ser objeto de furiosas acusaciones falsas, insultos y demás barbaridades que recibiré orgulloso sabiendo de quienes vienen, les dejo esta frase: 

"Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura".

No lo digo yo, lo dice el mismísimo Papa.