lunes, 14 de febrero de 2011

Las cosas por su nombre

Como siempre, quién sabe quién tendrá razón.  Igual vale decir que el modo en que se nombran las cosas tiene mucho que ver con la visión de la realidad que tiene cada uno.  Está claro desde este punto de vista que existe un "nosotros" y un "ellos" que se define justamente por esa visión de la realidad.  Y no significa que estemos separados humana o socialmente, significa solamente que pensamos distinto, y que indefectiblemente, la visión de la realidad que convenza más gente será impuesta, por fuerza de democracia, al menos por 4 años, guste a quien guste y disguste a quien disguste.

Botones de muestra:
  • Lo que para ellos es el campo, para nosotros es la patronal agropecuaria.
  • Lo que para ellos es capricho, para nostros es convicción.
  • Lo que ellos llaman crispación, es para nosotros tensión por el poder.
  • Lo que para ellos es mantener negros haraganes con la guita de los que trabajan, para nosotros es sensibilidad social y cuidar la niñez.
  • Lo que para ellos es manipulación de los derechos humanos, para nosotros es justicia tardía pero efectiva.
  • Lo que para ellos fue orden, para nosotros son crimenes.
  • Lo que para ellos era doble comando, para nosotros fueron sueños compartidos.

lunes, 7 de febrero de 2011

¿Qué le vemos al Kirchnerismo?

Muchos dirán que el kirchnerismo es corrupción, que es capitalismo de amigos, que es discurso espurio. Que es Jaime, que es Antonini, que es la manipulación del INDEC. Que es obra pública arreglada para coimas, que es sobreprecios, que es un intento de apropiación de la lucha por los derechos humanos, que es un intento de reinventar la historia, que es mordaza a la prensa libre, que es uso del estado para fines particulares, que es Lázaro Báez y el juego, que es incapacidad, que es crispación, que es odio, que es violencia, que es enriquecimiento ilícito, que es autoritarismo, que es poca distribución del ingreso, que amagan con la zurda y pegan con la derecha, que es progresismo de mentira, que es anti-republicanismo, que es barones del conurbano, que es inseguridad jurídica, que es resentimiento contra el progreso económico de otros, que es un obstáculo al desarrollo productivo. Que es inmoralidad pura disfrazada de progresismo. Algunos hasta dicen que es una banda de asaltantes.

En rigor no sabemos mucho, no tenemos certeza plena de que algunas cosas de estas sean ciertas, ni si quiera sabemos si todas esas acusaciones son ciertas. Pero de lo que sí estamos seguros es que no va a ser la UIA, ni Clarín, ni Ratazzi, ni la Sociedad Rural, ni La Nación, ni Mariano Grondona, ni el poder económico, ni la cúpula de la iglesia los que nos cuenten cómo son las cosas. No es a ellos -a los que durante toda la historia han pagado sus lujos usando el lomo de los pobres- a quienes vamos a creerles.

Seguramente el Kirchnerismo tiene porquerías en su espalda, pero los ataques que sufre no son consecuencia de lo que tienen de malo, sino de lo que se está haciendo bien. No esperamos que el establishment, las corporaciones, el poder económico y sus medios de comunicación aplaudan un país donde el poder político no sea su esclavo.


miércoles, 2 de febrero de 2011

La unidad del movimiento obrero en Argentina

Hace un tiempo, más de 80 años, Antonio Gramsci escribía una serie observaciones  relacionadas al movimiento obrero italiano, que perfectamente podrían aplicarse al movimiento obrero argentino en la actualidad.

Recortar y sacar de contexto es siempre un acto de injusticia, pero en este caso vale la pena hacerlo, aunque sea para despabilar, o para cuestionar aquello que por repetición se vuelve incuestionable.  El penasamiento dominante parece ser: "la CGT es mala, imposible de penetrar por parte de la izquierda, entonces está bien poner las energías en una nueva central  buena, democrática y del lado de los trabajadores.  Entonces seria terrible que el estado no la reconozca al mismo nivel que la CGT"  .   Y el asunto es que la unidad del movimiento obrero no es un tema menor, al menos visto desde la izquierda, si es que la izquierda es una sola cosa.

El texto es viejito pero se la banca para echar luz sobre la reciente fractura de la Central de Trabajadores Argentinos, la respuesta asesina de la Union Ferroviaria de Pedraza al legítimo reclamo de los trabajadores tercerizados, la actitud de líderes sindicales en el ojo de la tormenta por implicaciones en delitos terribles y la reacción corporativa de la CGT como consecuencia de la detención del caporale de UATRE, Momo Venegas. 

Los hijos de vecinos diríamos que lo lógico sería que un movimiento obrero unido pueda encargarse con éxito de defender el valor de los salarios, las condiciones laborales, el derecho de sus afiliados a recibir medicamentos que los curen, lo mismo que incorporar al empleo formal a trabajadores tercerizados, o depurar aquellos sindicatos que corrompen la lucha por mejores condiciones de vida de sus trabajadores, o resolver en un marco democrático las desaveniencias electorales, o pulverizar la mano de obra esclava.


Por qué no voy a votar al Peronismo Federal

No hay razones para pensar que de ser gobierno el peronismo federal fuera a mejorar lo que hicieron sus dirigentes cuando gobernaron en sus respectivas provincias.  Y viendo los resultados de esos gobiernos, es legítimo pretender algo mejor para nuestro país y nuestra provincia.  

Con aciertos y errores, ya probaron que no son capaces de hacer transformaciones profundas en el camino a la justicia social. Ninguno superó el clientelismo. Ninguno democratizó las decisiones.  Ninguno enfrentó el poder de las corporaciones, ni si quiera de alguna de ellas. Ninguno formó nuevos cuadros.  Ninguno dio lugares importantes a nuevas generaciones.  Ninguno dio una lucha decisiva contra el trabajo en negro. Ninguno garantizó un sistema de salud como la gente. Ninguno operó una reforma impositiva justa.  Ninguno se ocupó seriamente de delitos de lesa humanidad.  Todos acumularon un déficit de vivienda que hoy es muy complicado revertir.  Y podríamos seguir hasta mañana.

Por otra parte, el Peronismo Federal tiene muchos caciques y pocos soldados.  Más allá de su paupérrima intención de voto, si llegaran al gobierno, no van a poder superar diferencias internas que no son ideológicas sino de ego.  Se van a despedazar entre ellos, porque todos quieren mandar.  Proponen diálogo y consenso, pero demuestran personalismo y verticalismo.  No se bancan que el poder lo tenga otro.  Eso explica que Duhalde haya renegado de su candidato, Néstor Kirchner y que Busti haya renegado de su candidato, Urribarri.  Pensaron que iban a gobernar desde afuera, que iban a manejar el poder desde las sombras y se equivocaron.  Entonces se enojaron y ahora son oposición.  Conviene remarcar que son oposición a un gobierno peronista que ellos mismos impulsaron.