martes, 26 de julio de 2011

CASI SE VINO EL MIGUELAZO

Mamita... qué cagazo se habrá pegado Bonfatti el domingo, que ganó de pedo la gobernación de Santa Fe, por cerca de 3 puntos, frente a un carismático y muy popular humorista devenido en candidato PRO, viste. 

Ahora, mucho más se habrá cagado en las patas Miguel del Sel cuando vio cara a cara la posibilidad concreta de tener el quilombazo de ser gobernador, sobre todo para un tipo de otro palo.  Me daba la sensación de que festejaba más por no haber llegado que por la monumental elección que se mandó.

Pero no es lo que quería decir.  Quiero decir que he notado, de parte algunos compañeros del FPV, un desprecio elitista, antipopular, casi de factura gorila por el candidato Miguel Del Sel. No por lo que decía (o mejor dicho por lo que no decía, que es una crítica válida), sino por lo que es, por su actividad.  Lo mismo cuando se burlaban del Mago Sin Dientes que estaba en el bunker PRO de Capital.

Del Sel es un humorista popular, que encima no es un Les Luthier, petizón, medio campechano para hablar, de risa poco sutil, que se mueve en un mundo frívolo, de farándula, de guita, lejísimo de la política, que parece no tener la más mínima formación política ni cultural, que además responde a un sector político de derecha, prejuicioso, elitista, para nosotros horrible.  Todo lo contrario a lo que nos gusta, a lo que nos simpatiza, a lo que sentimos, a lo que pensamos.  

Ahora, no me parecen razones para denigrar, para pararse frente a él con aires de superior, para ningunearlo, hablar de "humorista" con sorna, ni para faltarle el respeto o disminuirlo. ¿Quién carajo nos creemos que somos?  De acá al voto calificado hay un pasito.  Encima nos rompió el culo.  Jamás lo hubiese votado, pero no es menos que nadie. En todo caso uno no estará de acuerdo, y además la superioridad política no se declama, se demuestra.


Creo que es necesario defender el contenido de la política y me parece mal que se vote a alguien que no dice nada interesante y llega con un discurso anti políticos, lleno de lugares comunes, sin consistencia, con golpes bajos.  Se llame Del Sel o Carrió. No me gusta para nada que se vote por antipatia a la política, o solamente por simpatía a un tipo, por que nos hace reír o porque viene de afuera de la política y entonces es supuestamente limpio.  

Me molesta que se vote a un tipo sobre el cual no sabemos, sinceramente, qué tiene para ofrecer, porque no tiene historia política ni gubernamental.  Creo que debemos dar la batalla con todo lo que tengamos contra la antipolítica, venga de donde venga. Porque cuando se desestima la política, mandan las corporaciones y el pueblo se caga, sin excepción.

Pero de ahí a la soberbia o al desprecio hay un gran salto.  No me parece bien denigrar a ningún candidato  por ser un MiDaChi, un changarín, el Mago Sin Dientes, un burro o un catedrático, si tiene o no tiene plata, si habla bien o no.  Mi posición es que la democracia no consiste solamente en que todos puedan votar y que el voto de cada persona valga lo mismo.  Otro enorme valor de la democracia nuestra es que cumpliendo requisitos mínimos, cualquiera puede ser candidato, tiene el derecho de hacerlo y merece la oportunidad de hacerlo.  Luego, el que esté formado, tenga experiencia, sepa cómo son las cosas y esté en condiciones de decirle inútil al otro, debería ganar, sin más. O podría pasar que el inútil sea uno, o que el otro no sea tan inútil.

Es atrevido el petizo para largarse directamente a gobernador sin haber pasado ni por la administración de un club de barrio.  Pero también tenemos otros ejemplos, y al que le quede al saco que se lo ponga: Carlos Reutemann, Palito Ortega, Daniel Scioli, Nacha Guevara, Pinky.  Vamos con ejemplos de la política, formados, de trayectoria: Fernando De la Rua, Carlos Menem, Eduardo Angeloz, los santiagueños Juárez, Sergio Montiel, María Julia Alsogaray, etc.  Nunca sabemos qué puede resultar de cada aparición, lo maravilloso de la democracia es precisamente eso.  No está en su esencia que sea el gobierno de los iluminados, sino el gobierno del pueblo.  Que se yo, me parece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario