viernes, 17 de junio de 2011

Bruno y el debate

Bruno estudia derecho y me consta que es muy inquieto, sanamente inquieto, necesariamente inquieto, deseablemente inquieto.  Además tiene buena leche.  Una de sus inquietudes fue presentada recientemente en el Concejo Deliberante y movió un poco de opinión en la ciudad, generando la atención de medios de comunicación locales y también algunas opiniones en facebook.

La propuesta consistía en un proyecto de resolución elevado al HCD en el cual se promovía un debate entre los candidatos a intendente de Chajarí,. Textualmente dice, entre otras cosas: "Dispóngase a una entidad intermedia, sea ONG, establecimiento educativo la organización del debate público una semana antes de la elección general prevista para el día 23 de octubre de 2011."  En cuanto a los costos del debate "Los aportes de financiamiento (audio, pantallas) correrán por cuenta de  los partidos políticos intervinientes garantizando la autonomía e independencia del acontecimiento, la suma total será dividida por los partidos".   Explica el proyecto que "la no concurrencia de candidatos  no será pasible de sanción pecuniaria o contravención, solamente se hará saber a quienes asistan que la persona no quiso presentarse y éstas podrán hacer su juicio interno por la actitud antidemocrática. El lugar será cualquier salón de la ciudad que no sea dependencia del gubernamental".  Propone también cuestiones organizativas del debate como tiempo de exposición de los candidatos, moderador, etc.  Señala que se garantice total independencia en el desarrollo del acto en un marco de igualdad para todos, que "se hará publicidad medios locales gratuita" y establece la posibilidad de impugnar el debate, en un plazo anterior a la realización del mismo, si la independencia no fuera lograda, lo cual sería evaluado y resuelto por el Concejo.  Finalmente, establece: "Los medios de comunicación deberán difundir  antes y durante, en vivo, en forma gratuita ya que es un deber constitucional amparado en el art. 33 de CN y demás  tratados internacionales y se encuentra en los principios éticos democráticos que debemos valorar como país ya que nos ha costado tanto consolidarlo".

 

No es la intención abrir un juicio sobre la calidad de proyecto, su pertinencia, su redacción, o si es aplicable en los términos en que está escrito, sino destacar la inquietud, la intención, el trabajo y sobre todo la voluntad de promoverlo y presentarlo, exponiéndose.  

El caso es que el proyecto se presentó y en la última sesión del HCD fue archivado en el mismo acto, por unanimidad, por eso de que "el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes".  

Eso supongo, habrá generado sentimientos de frustración, un poco de bronca, desilusión, molestia, hasta indignación, por lo que ví.  No solamente en Bruno, sino también en parientes, allegados y ciudadanos comunes que ven en el debate una forma de mejorar la calidad de nuestra democracia, con toda legitimidad.

Más allá de que uno pueda compartir o no la decisión, el caso es que no se lo desechó porque fuera una mala idea, porque fuera un mal proyecto o porque los partidos no quisiesen debatir, ni nada por el estilo.  Me consta que se lo archivó porque hace tiempo se hizo lo mismo con un proyecto de ordenanza del PJ (referido a otro tema), y otros que se presentaron sin cumplir con la normativa vigente para que se de tratamiento a un proyecto surgido de la sociedad civil (banca del pueblo, regulada por el municipio o la iniciativa popular prevista en la ley orgánica de los municipios).  De haberse considerado, hubiera sido injusto con los autores de otros proyectos archivados por no cumplir con los mecanismos republicanos previstos para lograr su tratamiento.
El caso es interesante porque promueve otros debates, que sirven para reflexionar en torno a cuestiones más generales, como el tema de la participación ciudadana, la importancia de los partidos políticos, la calidad institucional, el sistema de gobierno representativo, y muy sobre todo, la relación de los jovenes con la política. 
No lo digo por el caso este particular -ya dije que me parece muy bueno lo que hizo Bruno-, sino en general.  La democracia consiste justamente en el gobierno de las mayorías, en el respeto por las opiniones del otro.  Primero escuchar, para ver los argumentos, antes de condenar.  Y si no estamos de acuerdo, discutir esas ideas en un marco de tolerancia con la decisión de la mayoría, sin descalificar o desmerecer. Porque siempre cabe la posibilidad de no tener razón.  Muchos que se dicen republicanos se lo olvidan demasiado seguido.  Condenan antes de saber las razones de tal o cual decisión y cuando esa decisión no conforma, entonces inmediatamente se descalifica al otro.

El hecho de que un HCD, por unanimidad decida algo que nosotros no compartimos, no vuelve a los concejales inmaduros, miserables, antidemocráticos, antijuventud, malos, feos y sucios,  sino que piensan distinto, nada más... y encima puede darse el caso que tengan razón.   

Eso no quiere decir que uno tenga que aceptar eso sin más, sino que se puede dar la batalla conceptual, política, militar la causa, imponer a fuerza de argumentos y mayoría la postura que defendemos.  El reaseguro que tiene nuestro sistema es justamente ese, que un tipo solo no puede imponer nada al resto, si no consigue convencer y tener así el apoyo de las mayorías.

También me parece que es intresante lo que se plantea sobre la relación de la juventud con la política.  No creo que los jóvenes tengan que pedir espacios, esperar que los "dejen" participar o culpar a los más grandes del poco peso de la juventud en las decisiones.   Es responsabilidad de los jóvenes ganarse (o ganarnos si se me permite ser joven) esos lugares, siendo indispensable participar y generarse los espacios, no pedirlos, sino tomarlos, consiguiendo las adhesiones que hagan falta, más alla de que guste o no, porque inteligencia, voluntad y preparación hay. 

Espero sinceramente que Bruno no se deje copar la parada por nadie, tampoco se deje usar políticamente por nadie, pero que no se entregue.  Tiene dos caminos posibles por ahora.  Convencer a uno de los bloques que presente un proyecto en ese sentido, o bien puede hacer uso de la banca del pueblo, conseguir los avales (que no son muchos) y así el HCD tendria que tratar el proyecto sí o sí.  En caso de lograr la aprobación habrá cumplido su objetivo, y si no lograra esa aprobación, habrá comenzado un camino en esto de la participación ciudadana, con peso propio, sin pedírselo a nadie, ganándoselo.  Una participación que en un futuro, quién sabe, lo puede poner en una de esas bancas donde se toman las decisiones.  

Conociendo su inquietud, su interés en participar desde chico y su buena intención, seguramente serán muchas más las cosas que logre que aquellas que le queden truncas. El camino no es fácil y lleva tiempo, pero no es imposible.

2 comentarios:

  1. en estas ocasiones es en donde pesa la barbaridad de "El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes"...

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