miércoles, 2 de febrero de 2011

Por qué no voy a votar al Peronismo Federal

No hay razones para pensar que de ser gobierno el peronismo federal fuera a mejorar lo que hicieron sus dirigentes cuando gobernaron en sus respectivas provincias.  Y viendo los resultados de esos gobiernos, es legítimo pretender algo mejor para nuestro país y nuestra provincia.  

Con aciertos y errores, ya probaron que no son capaces de hacer transformaciones profundas en el camino a la justicia social. Ninguno superó el clientelismo. Ninguno democratizó las decisiones.  Ninguno enfrentó el poder de las corporaciones, ni si quiera de alguna de ellas. Ninguno formó nuevos cuadros.  Ninguno dio lugares importantes a nuevas generaciones.  Ninguno dio una lucha decisiva contra el trabajo en negro. Ninguno garantizó un sistema de salud como la gente. Ninguno operó una reforma impositiva justa.  Ninguno se ocupó seriamente de delitos de lesa humanidad.  Todos acumularon un déficit de vivienda que hoy es muy complicado revertir.  Y podríamos seguir hasta mañana.

Por otra parte, el Peronismo Federal tiene muchos caciques y pocos soldados.  Más allá de su paupérrima intención de voto, si llegaran al gobierno, no van a poder superar diferencias internas que no son ideológicas sino de ego.  Se van a despedazar entre ellos, porque todos quieren mandar.  Proponen diálogo y consenso, pero demuestran personalismo y verticalismo.  No se bancan que el poder lo tenga otro.  Eso explica que Duhalde haya renegado de su candidato, Néstor Kirchner y que Busti haya renegado de su candidato, Urribarri.  Pensaron que iban a gobernar desde afuera, que iban a manejar el poder desde las sombras y se equivocaron.  Entonces se enojaron y ahora son oposición.  Conviene remarcar que son oposición a un gobierno peronista que ellos mismos impulsaron.    



Otro elemento para resaltar es que el nombre y columna vertebral del peronismo federal es un cuento.  En principio no da para creerles su fanatismo federal, cuando en su mayoría son dirigentes que han gobernado provincias e inclusive su referente máximo, Duhalde, fue presidente de la nación  de transición, lo que le permitía hacer ese traumático aumento en la coparticipación que exigen hoy, pero  resulta que recién ahora cuando se convirtieron en oposición de  un gobierno peronista, descubren el federalismo. 

Por otra parte, la discusión sobre el federalismo es una manipulación, un golpe de efecto, una rosca, una gran mentira.  Se apela al sentimiento popular fuerte, que existe como consecuencia de la sangre derramada por un pueblo que luchó por el federalismo.  Quieren hacer un uso artero de la sensibilidad de nuestro pueblo.  Que por lo visto, no es tan zonzo.  

Pero resulta que el federalismo triunfó sin apelaciones por allá cuando nuestro país se estaba formando.  La pelea entre unitarios y federales tenía sentido cuando un territorio específico, la provincia de Buenos Aires, tenía el control de los ingresos por aduana y tomaba las decisiones por el resto de las provincias.  Es decir, una provincia dominaba al resto y las ahogaba económicamente.  Ahora esa discusión es estéril, porque vivimos en un sistema federal.  Todos participamos en las elecciones de nuestro presidente, todos tenemos representación en el congreso y tenemos un gobierno federal que llega al poder por elecciones directas.  Inclusive en la historia reciente son amplia mayoría los presidentes provincianos. 

El estado nacional tiene representación efectiva de las provincias, y el gobierno central no tiene otro territorio que no sea TODO EL PAÍS.  Es decir, a menos que se suponga que Cristina va a invertir todos los recursos que maneja en la Casa Rosada, no queda otra que invertirlo en las provincias.  Así nosotros tenemos autopista Santa Fe/Parná, estamos en plena construcción de la Autovía 14, la mayoría de los planes de cloacas son nacionales, los Centros de Integración Comunitaria también son nacionales, así como el Centro Cultural de Chajarí y la Fábrica de Jugos de Villa del Rosario surgen con recursos del estado nacional federal.  Y esto puede generalizarse al resto del país.  Cualquiera que viajó en estas vacaciones lo habrá visto. Otro tanto puede decirse de  la Asignación Universal por Hijo, el sostén económico de las universidades nacionales, los millones de nuevos jubilados, las pensiones no contributivas, etc.  Se pagan en todo el país, y salen de las arcas del estado nacional.

Obviamente que es legítima la lucha de gobernadores por manejar más recursos y la puja con el estado nacional por decidir el destino de algunos fondos.   También es lógico que un gobernador se queje porque su provincia recibe menos recursos de los que genera, pero esas discusiones no tienen nada que ver con el  Federalismo.  Es un país federal, pero no hay que perder de vista que somos una nación y no un grupo de provincias independientes.  Es indispensable que las provincias pobres reciban ayuda del esado nacional.    En ese concepto de unidad descansa la noción de patria.  

3 comentarios:

  1. Diego Necesidad Social15 de mayo de 2011, 3:21

    Sabés por qué??? porque no te dan laburo !!! aunque si negociás como siempre, seguro alguna changa tenés! bolchevique prooooo

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  2. jajajajja Bolchevique pro es la mejor puteada que me dedicaron. De cualquier manera, gracias por prestarle atención a este humilde blog.

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  3. Diego Necesidad Social15 de mayo de 2011, 21:47

    Si, de acuerdo, creo que hay que prestarle atención a las personas o cuestiones que pueden perjudicar una sociedad, con sus discursos caretas como el tuyo, vamos tan mal como con el peronismo federal

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