Para los amigos peronistas, comparto dos muy lindas cosas a propósito del 17 de octubre.
El subsuelo de la Patria sublevada - Scalabrini Ortiz
“Es increíble y hasta admirable el poder de persuasión y de
ejecución de nuestra oligarquía. En el mes de octubre de 1945, el coronel Perón
fue destituido y encarcelado. El país azorado se enteraba de que el asesor de
la formación del nuevo gabinete era el doctor Federico Pinedo, personaje a
quien no puede calificarse sino con la ignominia de su propio nombre. El
Ministerio de Obras Públicas había sido ofrecido al ingeniero Atanasio Iturbe,
director de los Ferrocarriles británicos, que optó por esconderse detrás de un
personero. El Ministerio de Hacienda sería ocupado por el doctor Alberto Hueyo,
gestor del Banco Central y presidente de la Cade, entidad financiera que tiene
una capacidad de corrupción de muchos kilovatios”.
"La oligarquía vitalizada reflorecía en todos los
resquicios de la vida argentina. Los judas disfrazados de caballeros asomaban
sus fisonomías blanduzcas de hongos de antesala y extendían sus manos pringadas
de avaricia y de falsía. Todo parecía perdido y terminado. Los hombres adictos
al coronel Perón estaban presos o fugitivos. El pueblo permanecía quieto en una
resignación sin brío, muy semejante a una agonía”.
"Con la resonancia de un anatema sacudía mi memoria el
recurso de las frases con que hace muchos años nos estigmatizó al escritor
Kasimir Edschmidt. "Nada es durable en este continente, había escrito.
Cuando tienen dictaduras, quieren democracias. Cuando tienen democracia, buscan
dictaduras. Los pueblos trabajan para imponerse un orden, articularse,
organizarse y configurarse, pero, en definitiva, vuelven a combatir. No pueden
soportar a nadie sobre ellos. Si hubieran tenido un Cristo o un Napoleón, lo hubieran
aniquilado"”.
"Pasaban los días y la inacción aletargada y sin
sobresaltos parecía justificar a los escépticos de siempre. El desaliento
húmedo y rastrero caía sobre nosotros como un ahogo de pesadilla. Los
incrédulos se jactaban de su acierto. Ellos habían dicho que la política de
apoyo al humilde estaba destinada al fracaso, porque nuestro pueblo era de suyo
cicatero, desagradecido y rutinario. La inconmovible confianza en las fuerzas
espirituales del pueblo de mi tierra que me había sostenido en todo el
transcurso de mi vida, se disgregaba ante el rudo empellón de la realidad.
"Pensaba con honda tristeza en esas cosas en esa tarde
del 17 de octubre de 1945. El sol caía a plomo cuando las primeras columnas de
obreros comenzaron a llegar. Venían con su traje de fajina, porque acudían
directamente de sus fábricas y talleres. No era esa muchedumbre un poco
envarada que los domingos invade los parques de diversiones con hábito de
burgués barato. Frente a mis ojos desfilaban rostros atezados, brazos membrudos,
torsos fornidos, con las greñas al aire y las vestiduras escasas cubiertas de
pingües, de restos de breas, grasas y aceites. Llegaban cantando y vociferando,
unidos en la impetración de un solo nombre: Perón. Era la muchedumbre más
heteróclita que la imaginación puede concebir.
"Los rastros de sus orígenes se traslucían en sus
fisonomías. El descendiente de meridionales europeos, iba junto al rubio de
trazos nórdicos y el trigueño de pelo duro en que la sangre de un indio lejano
sobrevivía aún. El río cuando crece bajo el empuje del sudeste disgrega su
enorme masa de agua en finos hilos fluidos que van cubriendo los bajidos y
cilancos con meandros improvisados sobre la arena en una acción tan minúscula
que es ridícula y desdeñable para el no avezado que ignora que es el anticipo
de la inundación. Así avanzaba aquella muchedumbre en hilos de entusiasmos que
arribaban por la Avenida de Mayo, por Balcarce, por la Diagonal.
"Un pujante palpitar sacudía la entraña de la ciudad.
Un hálito áspero crecía en densas vaharadas, mientras las multitudes
continuaban llegando. Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de
la Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López,
de las fundiciones y acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas.
Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de
Zamora. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe iban el peón de campo de
Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor mecánico de automóviles, la hilandera
y el peón. Era el subsuelo de la patria sublevado. Era el cimiento básico de la
Nación que asomaba, como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la
conmoción del terremoto. Era el substrato de nueva idiosincrasia y de nuestras
posibilidades colectivas allí presente en su primordialidad sin reatos y sin
disimulos. Era el de nadie y el sin nada en una multiplicidad casi infinita de
gamas y matices humanos, aglutinados por el mismo estremecimiento y el mismo
impulso, sostenidos por una misma verdad que una sola palabra traducía:
Perón."
Amigo que paso con la publicacion que hablaba de la colegizacion de los comunicadores?
ResponderEliminarYo estoy a favor de eso........
Yo también estoy de acuerdo, la levanté para revisarla y nunca me hice el tiempo... me faltó agregarle que los comunicadores no estuvimos a la altura de defender esa idea y que nadie regala nada. Nosotros no nos ganamos la colegiación. Ahora subí nuevamente la publicación y acá está el agregado que quería hacer.
ResponderEliminarGracias por leer este blog y me alegra mucho que te interese el asunto.
De nada, es un tema muy importante y en Chajari creo que afecta intereses, lo que provoca actitudes reaccionarias. La oposicion dio lastima como ssalio a criticar sin argumentos.
ResponderEliminarY creo q se tiene que tratar este tema, es un derecho de uds. Aclaro que soy el Anonimo que te escribio en los otros posts, y si bien en algunas cosas no coincidimos agradezco que me pueda expresar libremente. Saludos....